A Zelma Bessie Auerbach
A mi compañera
en el camino de las letras
Zelma Bessie Auerbach
ZELMA
Por el “Vivir en verso”,
y en “Sueños de poeta”
llegando al literario,
poblabas esa estancia
con cálida sonrisa
de tu luz interior.
con tu exquisita esencia
vimos correr las horas
compartiendo los logros
en charlas de café.
tu duende te ha llevado
en “Sueños de poeta”
allí donde se acunan
sonetos con las Musas
y en sueños de poeta,
por esos Literarios
prendida en el recuerdo
rondando en la poesía
también estarás vos.
Margarita del C. Morales
A CHELA CLARICHETTI
Diario El Día 28/ 7/ 08
“En tantos encuentros literarios que hemos compartido con poetas y amigos platenses conocí a una mujer cálida, cordial, que a sus poemas los firmaba “Chela”, debajo de la firma dibujaba un corazón y generosamente los regalaba a sus amigos, a los que conocía desde años y a los que como yo, nos íbamos acercando a esos lugares donde la poesía y la amistad se entrelazaban como si un halo mágico las uniera.
Recuerdo que una tarde soleada de invierno me invitó a su departamento a tomar el té, luego de una amena charla, leyó sus poemas “El nombre olvidado”, “Suma de amor” poema que le dedicó a otra gran poeta Marta Cecilia Grillo y sus versos a Constanza, su adorada nieta. Tuve la oportunidad de compartir con ella el homenaje que le hicimos en el Pasaje Dardo Rocha a Julio César Mastay, gran amigo suyo desde siempre, respetado y querido por ambas. Cuánto amor, cuánto agradecimiento y solidaridad había en esta gran mujer llamada Angela Juana Clarichetti (Chela) que partió físicamente el 29 de julio de 2008”.
Marta Arrola
Decir Chela Clarichetti es convocar a un ser lleno de luz, que gustaba escribir versos, repartir amor a manos llenas; amó y cuidó a sus padres hasta sus últimos momentos y tuvo un hijo: Gabriel Riestra, que fue la razón de su vivir.
Tenía un acendrado amor a sus semejantes, sobre todo por los niños, era voluntaria del Hospital de Niños de La Plata y los sorprendía con su cariño y pequeños juguetes que ella misma confeccionaba, y no faltaban las golosinas.
Tuvo muchos amigos que la queríamos, en mi caso particular fue quien más llegó a mi interior. Me dio la palabra justa de aliento y tuvo una gran virtud, saber escuchar. Nos hablábamos por teléfono todos los días. Ella escribió su único libro “Pusy”, que fue dedicado a su hijo, lo presentó en 1993 en “La Casa amigos del Poeta” yo conduje el acto y leí algunos poemas. Hoy la amiga inolvidable, compañera de actos literarios y poemas, me mira desde una estrella, escucho su voz y su recuerdo me acompaña siempre.
Olga Carrera
CHELA
Recuerdo tu presencia
con bellos manuscritos.
El sábado a la tarde
leías tus poemas.
Y así todos reunidos
vibrando en la poesía
jugábamos con frases,
y juntos le brindamos
un himno a la amistad.
Las páginas de un libro,
ocultan flores secas
que tu dejaste un día
como ofrenda de amor.
Y cierta hoja marcada
con una hermosa estrofa,
nos recuerda tú nombre
que no se ha de olvidar.
-¿Dónde te fuiste Chela?
Talvez detrás de un sueño
buscando algún poema.
O transformada en musa
y el sábado a la tarde
como una brisa fresca
inspirarás las mentes
de todos los poetas
que en ronda de esta mesa
han de brindar por vos.
Mrgarita del C. Morales
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